Cada uno de nosotros podemos entendernos con otras personas que hablen español. Pero no todas las personas que hablamos español lo hablamos de la misma forma. Así, somos capaces de percibir claramente del norte de la Península, por ejemplo, pronuncian de distinta manera que las que han nacido en Andalucía, en Ceuta o en Canarias. Y es fácil observar también que un abogado o una economista emplean palabras que no utilizamos habitualmente. Ni siquiera una misma persona habla siempre igual: no nos expresamos de la misma manera cuando charlamos con nuestros amigos que cuando conversamos con un desconocido, con un profesor o con una doctora. Así pues, el español, como cualquier otro idioma, es una lengua que está sujeta a variación. Las variaciones que afectan a una lengua son principalmente de tres tipos:
* variaciones espaciales o geográficas,
* variaciones sociales
* variaciones estilísticas.
En cuanto a las variaciones distinguimos:
Dialectos: son aquellas variaciones geográficas de la Lengua claramente diferenciadas en relación a la Lengua Estándar. El andaluz, el murciano, el extremeño o el canario son dialectos del castellano, de igual forma que el castellano fue dialecto del latín, como también lo fueron el francés, el gallego, el italiano, el catalán, el rumano…
Variedades sociales o culturales: Hacen referencia al uso y a la formación académica de los hablantes. Podemos distinguir:
1. Lengua culta: El hablante de la lengua culta es capaz de adecuar su registro lingüístico al contexto comunicativo en el que se encuentra. No habla igual en una conferencia ante expertos que con su familia.
2. Jergas de alto nivel lingüístico / alta formación académica: médicos, científicos, etc.
3. Lengua formal: Es el modelo de referencia y uso. Se utiliza de forma correcta por medios de comunicación, educación, etc.
4. Lengua coloquial: Utilizada a nivel familiar principalmente, dándole prioridad a la lengua oral, aunque también se pueden dar ejemplos escritos: notas, apuntes, etc.
5. Jergas de bajo nivel lingüístico / baja formación académica: juveniles, adolescentes, gremios laborales, etc.
6. Lengua vulgar. El hablante de la lengua vulgar sólo sabe utilizar un registro lingüístico y lo aplica a todas las situaciones comunicativas.
(Fuente: apuntesdelengua.com)